Tecnología para todos, también para los freelance
Aunque el de los profesionales independientes, también conocidos como freelance, es un sector que mueve 4.000 millones de euros en la economía global, es increíble lo poco que la tecnología ha impactado en cómo se gestionan y organizan su trabajo. Sin embargo, algo está cambiando rápidamente con la aparición de un cada vez más numeroso sector de empresas tecnológicas dedicadas a la automatización de los servicios de gestión para freelance y que está ya generando un gran interés por parte del capital de riesgo.
Un freelance al uso se preocupa por dos cuestiones principales: encontrar clientes y gestionar y organizar su trabajo. Si el primero se resuelve en gran medida mediante una red razonablemente avanzada de networking, donde las nuevas tecnologías como las redes sociales han tenido cierto impacto, el segundo apenas se ha visto afectado por la innovación tecnológica. Xolo estima que solo el 3 o 4 % de los freelance europeos utilizan soluciones digitales que se adaptan específicamente a sus necesidades. Una gestión del trabajo que apenas haya cambiado en los últimos 20 o 30 años también consume mucho tiempo, de hecho, un profesional independiente dedica de media alrededor de 15 horas al mes a tareas administrativas que poco o nada tienen que ver con su trabajo.
Sin embargo, como decíamos, las cosas están cambiando y en los últimos cinco o seis años, ha surgido una nueva industria que ofrece soluciones tecnológicas a medida de los freelance. Su objetivo no es otro que el de crear una infraestructura tecnológica que libere el poder creativo de cientos de millones de profesionales independientes y les permita centrarse en su trabajo y sus clientes.
La industria de la tecnología de gestión para freelance se puede dividir en varias subcategorías según el ámbito de especialización en el que se centran. El primer grupo de empresas proporciona herramientas sencillas de facturación y gestión de gastos, que suelen ir acompañadas de la apertura de una cuenta bancaria o de integración a través open banking. Estas empresas suelen cobrar entre 5 y 15 euros al mes y obtienen ingresos adicionales a través de comisiones por determinadas operaciones. Los operadores europeos más destacados de este grupo son el finlandés Holvi (recomprado a BBVA por un fundador en 2020, 250.000 clientes), French Fresh.fr (vendido a Treezor en 2020, 100.000 clientes), Countingup o Coconut.
Si bien esas empresas han desarrollado herramientas para freelance que se centran en la facilidad de uso, no brindan servicios de contabilidad y fiscalidad. Esto significa que los freelance tienen que realizarlo por sí mismos o contratar los servicios de gestorías o profesionales externos. Muchas de estas herramientas son online y su valor agregado más significativo es una interfaz de fácil uso y la monitorización automática de las transacciones bancarias relativas al cobro de facturas y pago de gastos. Dado que el coste de oportunidad de cambiar de solución es relativamente bajo, estas herramientas suelen tener problemas con la vida útil de los clientes (de 6-12 meses), lo que acaba por lastrar su crecimiento.
El segundo grupo de empresas añade una capa de servicios de contabilidad y fiscalidad a las funcionalidades de gestión. Las tarifas mensuales aquí son significativamente más altas, generalmente sobre los 200 euros.
Esas plataformas utilizan una combinación de automatización basada en inteligencia artificial y machine learning pero tienen un componente de trabajo humano que nunca puede excluirse por completo cuando se trata de fiscalidad y pago de impuestos. Sin embargo, el alto nivel de automatización permite ejecutar el servicio de manera súper eficiente. Nosotros en Xolo, por ejemplo, hemos alcanzado casi el 70% de margen bruto sin sacrificar la satisfacción del cliente, con una puntuación NPS (herramienta para medir la lealtad y satisfacción de los clientes) siempre por encima de 75, superior por ejemplo a empresas como Apple.
Por último, existe un tercer grupo de soluciones de servicios que intenta innovar sobre cómo los freelance y sus clientes construyen sus relaciones. La parte más madura de ese grupo es la industria llamada de “empresas paraguas”, desarrollada principalmente en el Reino Unido y los países nórdicos. Esas empresas (como coolcompany.se, ukko.fi, etc.) permiten a los freelance facturar a sus clientes a través de sus entidades legales, de tal forma que no necesitan constituirse como trabajadores autónomos, con el ahorro de papeleo e incluso costes que ello supone.
Lo que esto nos enseña es que si la digitalización está llegando a todos los aspectos de la sociedad, y ahora además impulsada especialmente por la pandemia, también debería hacerlo para los freelance, lo que les permitiría reducir el tiempo que dedican a papeleo, trámites y tareas administrativas en general, y que haga que solo se tengan que concentrar en una cosa: su trabajo
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