Apple rediseña sus MacBook Pro y los lleva un nivel superior
Se sabía que iban a ser una referencia, pero va a ser difícil seguirles por parte de la competencia. Apple llega todavía más lejos en su transición hacia los procesadores para ordenador de diseño propio y arquitectura ARM al presentar dos nuevos chips, el M1 Pro y el M1 Max, que proporcionan unas capacidades a sus nuevos portátiles fuera de lo común. La compañía de la manzana mordida ha presentado sus rediseñados y MacBook Pro en dos tamaños, 14,2 y 16,2 pulgadas. Los adjetivos sobre su potencia se van a quedar cortos. Son dos superbestias.
Apple considera que la salida al mercado del M1 Pro y el M1 Max supone un cambio de paradigma. Ambos derivan del asombroso M1, con tecnología de 5 nanómetros, presentado hace un año y comercializado en la gama de entrada de sus ordenadores, que son los menos potentes si se puede decir así -porque lo son, y mucho-. Pero los nuevos chips van más allá. Bastante más.
El M1 Pro tiene 33.700 millones de transistores , más del doble de los que tiene el M1. Apple ha construido un chip con un procesador central (CPU) de diez núcleos (ocho de rendimiento y dos de eficiencia). El chip lleva también un procesador gráfico (GPU) de hasta 16 núcleos.
El siguiente, el M1 Max, supera todo eso. Tiene 57.000 millones de transistores, un 70% más que el M1 Pro y la misma CPU. Su GPU es de 32 núcleos y Apple la ha comparado con la del PC portátil de gama alta más potente que ha encontrado. Sus rendimientos son comparables, algo más corto en el MacBook, pero con un consumo de energía un 40% inferior.
Toda esa potencia se ha encapsulado dentro de ordenadores completamente rediseñados. Los nuevos MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas son prácticamente idénticos. Tienen una pantalla Mini Led -Apple la llama Liquid Retina XDR, como la del iPad Pro- que le proporciona brillos muy altos, una elevada relación de contraste y negros muy profundos. Además, incorpora ProMotion, una función de refresco adaptativo como la que acaba de estrenar en el iPhone 13, de hasta 120 Hz, que hace los movimientos muy suaves.
Esa pantalla, con unos bordes muy finos, deja una pequeña pestaña oscura en la parte superior central, un notch como el de los últimos modelos de iPhone que, sin duda, va a ser polémica. En algún lugar había que situar la cámara. Esta vez Apple ha colocado un sensor 1.080p que proporcionará imágenes HD a las videollamadas y videoconferencias.
Los MacBook Pro recuperan también cosas del pasado que Apple se había dejado en el tintero en los últimos años. Desaparece la TouchBar, una pantalla que tenía funciones en el teclado y este es completamente físico. Regresa uno de los añorados inventos de los portátiles de la manzana, el cargador magnético MagSafe, además de la ranura para tarjetas SDXC, un conector HDMI y tres puertos Thunderbolt 4 (USB-C).
El sistema de sonido de alta fidelidad está compuesto por seis altavoces, dos de agudos y cuatro woofers para los graves. Los MacBook Pro son compatibles con Dolby Atmos (sonido espacial). El nuevo MacBook Pro de 14 pulgadas está disponible desde el martes 26 de octubre a partir de 2.249 euros (2.024’87 euros para el sector educativo), mientras que el MacBook Pro de 16 pulgadas estará disponible a partir de 2.749 euros (2.474’99 euros para el sector educativo).
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